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Andalucía parque temático

Andalucía ha sido transformada en resort turístico para la burguesía española y europea. Nuestro clima, nuestra costa, nuestra gastronomía, nuestra cultura, nuestro patrimonio histórico y natural y nuestra idiosincrasia es el márketing perfecto utilizado por los manijeros de la Junta de Andalucía para que siga la fiesta del monocultivo del turismo en Andalucía. Colonia del Estado español azotada por el extractivismo y el expolio de nuestros recursos naturales y del fruto del trabajo de nuestra clase trabajadora, pues la división internacional del trabajo ha relegado a Andalucía a ser un parque temático para guiris, un destino turístico donde venir a emborracharse, a celebrar sus despedidas de solteras, maltratando nuestras ciudades y a sus vecinas.

Una de las consecuencias más graves que sufrimos las andaluzas de este modelo de turismo agresivo es la situación de la vivienda. Los fondos de inversión o fondos buitre han encontrado un negocio muy lucrativo en la vivienda vacacional en nuestro país. La “crisis del ladrillo” de 2008 regó Andalucía de desahucios, dejando a los bancos un parque de vivienda gigantesco, para deshacerse de estas viviendas decidieron vendérselas a precio de saldo a fondos buitre que las convirtieron en viviendas turísticas. Esto desató un negocio redondo para las oligarquías, viviendas a precio de saldo y millones de turistas que pasan por Andalucía año tras año. Por supuesto, esto ha desatado la especulación inmobiliaria, que han elevado los precios de la vivienda haciendo imposible el acceso a la vivienda a la clase trabajadora andaluza, situación que están aprovechando los fondos buitre para adquirir más viviendas y en las zonas deseadas.

Andalucía, con 116.000 viviendas de uso vacacional, con Málaga a la cabeza, es la comunidad autónoma con más vivienda de uso vacacional tiene del Estado español, casualmente coincide con que también es la que mayor número de desahucios tiene del Estado, con mayor tasa de paro, con mayor riesgo de pobreza, con mayor dificultad para acceder a una vivienda, entre otros datos de precariedad que estamos a la cabeza. Esto deja a nuestra clase trabajadora a los pies de los caballos de los empresarios de la hostelería y el sector servicios o la construcción, pues les permiten explotar a nuestro pueblo, con contratos precarios e incluso sin contrato, sueldos de miseria y temporalidad, mano de obra semiesclava para el beneficio del capital y para el disfrute de la burguesía. Camareras, cocineras, kellis, dependientas o guías turísticas son las pocas opciones que nos quedan a las andaluzas en nuestras ciudades si no queremos emigrar. Servir y limpiar la porquería de guiris por un sueldo de miseria es la formula mágica de Juanma Moreno para ser la locomotora económica
como presume, pero que solo llega a sus amigotes del turismo y las grandes corporaciones.

Esto está dejando situaciones dantescas en nuestras ciudades, cascos históricos y barrios populares están siendo vaciados de vecinas y sustituidas por turistas, nuestras vecinas están siendo expulsadas de los barrios donde se criaron e incluso, como vemos en Málaga, están siendo expulsadas de sus ciudades, ya que no podemos hacer frente a los precios que ha llegado las viviendas y los alquileres. Pero la imposibilidad del acceso a la vivienda no es la única consecuencia del turismo masivo que sufrimos en Andalucía. La perdida de identidad de nuestras ciudades y de sus barrios es otra grave consecuencia que estamos sufriendo, la sustitución del pequeño comercio tradicional por grandes cadenas multinacionales, nuestra gastronomía típica popular sustituidas por cadenas de comida rápida o franquicias, hacen perder nuestra esencia y la de nuestras ciudades, transformándolas en grandes centros comerciales y
de ocio para turistas.

La solución a esta situación no son medidas reformistas como la restricción de nuevas licencias, la limitación de licencias en zonas de las ciudades o el tope a los precios de la vivienda, la solución real para esta situación es la revocación de las licencias, la expropiación de todas las viviendas a fondos buitre y grandes tenedores e incorporarlas al parque público de vivienda destinándolas a la clase trabajadora andaluza, en especial a la juventud de la clase trabajadora andaluza. La industrialización de nuestro país, que transforme nuestras materias primas y de trabajo de calidad, para dejar de ser un país de servicios. Y el fomento de un turismo sostenibles y respetuoso con nuestro medio ambiente y nuestras ciudades, con nuestra cultura y tradiciones y con nuestras vecinas, que no sea motivo de especulación con los hogares de las andaluzas ni motivo de explotación de nuestra clase trabajadora.

Pero todo esto no se puede conseguir sin la ruptura con un sistema capitalista voraz y la ruptura con el Estado español que nos lo impone. La única manera de conseguirlo es con la soberanía plena del pueblo andaluz, la independencia de Andalucía. Solo lo podremos conseguir con la República Andaluza de Trabajadoras.

Por Ángel Salinas.



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