Como andaluzas tenemos centenares de razones para no participar en esta pantomima que son las elecciones europeas. Desde Nación Andaluza, siguiendo la estela de ese gran revolucionario andaluz que fue Bas Infante, hemos dicho por activa y por pasiva, que las andaluzas no somos ni seremos nunca europeas y hemos planteado razones, de carácter histórico, económico, ideológico y de todo tipo por las que no solo, no nos presentamos al circo electoral, sino que vamos a llevar a cabo una abstención activa.

En este caso, me voy a centrar exclusivamente en explicar por qué plantear también la abstención, como medio de decir no a la guerra imperialista y no a la Unión Europea militarista.

Con la construcción europea se nos prometió paz, desarrollo social, democracia, protección del medio ambiente, etcétera. La realidad hoy, en 2024, es que es todo lo contrario. La Unión Europea nos está conduciendo de cabeza a una guerra que sólo favorece al imperialismo yanqui-anglo-
sionista y a las oligarquías europeas. La U.E. es hoy por hoy un peón del imperialismo estadounidense.

El militarismo del Consejo Europeo y del alto representante, Borrell, el del “jardín y la jungla”, lo han demostrado recientemente con el apoyo al genocidio del ente sionista en Palestina. No sólo no han roto relaciones diplomáticas con eso que llaman Israel, sino que siguen blanqueado sus actos criminales y el apartheid. Por no entrar en los orígenes históricos del
conflicto colonial sionista que tuvo su origen en Europa o en el hecho constatable de que lo que hacen los sionistas con el pueblo palestino lo han estado haciendo los europeos con todos los pueblos que han colonizado en América, África, Asia y Oceanía. El pueblo andaluz también sabe bastante de ello, porque también nos tocó en su momento.

Con la excusa falsa, y que nadie con dos dedos de luces puede creer, de que Rusia amenaza a Europa, cuando es todo lo contrario, la Unión Europea está desarrollando un verdadero y peligrosísimo impulso a la industria militar, a la compra de armamento y a la adquisición de nuevos programas armamentísticos que están suponiendo un nuevo incremento de la deuda
pública para poder cubrir este grandioso e innecesario rearme a costa de empobrecer aún más a las clases populares.

Os doy algunos datos que acabo de sacar de varias publicaciones sobre este rearme europeo y otros que se conocen desde hace más tiempo:

• La Comisión europea ha asignado casi 2.000 millones de euros para aumentar la producción de defensa en los estados miembros. 500 millones de euros se destinarán a la producción de proyectiles de artillería. El objetivo a finales del 2015 es producir 2 millones de proyectiles al año para Ucrania.
• Hay 4 grupos de batalla multinacionales establecidos en los países bálticos y en Polonia. Además Rumanía, Eslovaquia, Bulgaria y Hungría albergan fuerzas de la OTAN. Moldavia está cerca de firmar un acuerdo de defensa con la U. E. para cumplir el intercambio de inteligencia, participar en ejercicios militares conjuntos y ser incluida en programas conjuntos de adquisición de armas.
• Suecia, al igual que Polonia, anunció recientemente que está dispuesto a albergar armas nucleares estadounidenses en su suelo.
• Francia anunció en marzo el inicio de la construcción del submarino nuclear de última generación denominado SNLE 36 y otros tres submarinos nucleares de este tipo van a entrar en servicio antes de 2035.
• Alemania pretende introducir el servicio militar obligatorio a partir de los 18 años. Otros estados europeos lo están también estudiando.

Y por supuesto no podemos olvidar la presencia directa yanqui en Europa. 15 de los 27 estados miembros de la U.E. tienen en su territorio más de 450 bases militares.

Y en el Estado español recordemos la declaración de la ministra de Defensa en marzo pasado sobre la necesidad de aumentar el gasto militar para prepararse para una guerra futura con Rusia. Hay nuevos programas de armamento admitidos por el propio gobierno de Madrid y gastos militares comprometidos, que se terminarán de pagar en 2024 y 2025, que ascienden a más de 22.000 millones de euros, el doble del presupuesto de Defensa. Según las cifras que maneja el Grupo Antimilitarista Tortuga, el estado destinó 1.259 euros por habitante a gastos militares y control social en 2.023.

Es por tanto evidente que Europa se está preparando para una guerra, a la par que va alentando el resurgimiento del fascismo. Y por supuesto quienes estamos padeciendo y vamos a sufrir aún mucho más esta situación en un futuro cercano somos los pueblos y las clases trabajadoras y en nuestro caso aún más, por la situación colonial que padece Andalucía. Y nuestra juventud va a ser empleada como carne de cañón al servicio del imperialismo.

Debemos tener todo esto en cuenta para no dejarnos llevar por el falso electoralismo que se predica, desde posiciones pretendidamente de izquierdas, y que hablan de que es posible otra Europa, porque no es verdad. La esencia de Europa es reaccionaria, colonizadora, racista y
militarista. Pero es que además, el Parlamento que se va a votar el día 9 de junio, tiene un poder limitadísimo. Los eurodiputados solo votan los proyectos de leyes ya redactados por la Comisión europea. La Comisión Europea es sólo la correa de transmisión de la OTAN en las instituciones europeas y se apoya simultáneamente en el Consejo Europeo que reúne a los jefes de estado y de gobierno de los países miembros de la U.E., y en los oligarcas de las grandes empresas. Así que participar en esta gran mentira es legitimarla. Nada va a alterar, ese plan belicista ya decidido, salga quien salga elegido en dicho parlamento. Sólo la organización y la lucha antiimperialista de los pueblos y clases trabajadoras pueden hacer frente a este plan criminal.

Nada, excepto reforzarla aún más, va a hacer la U.E. por erradicar las bases militares que tenemos en Andalucía, ni por sacarnos de la OTAN, ni por emplear los gastos militares en gastos sociales. Hay que exigir el desmantelamiento de todas las bases militares yanquis, británicas y españolas presentes en nuestro país. Ni la U.E., ni el Estado español (el amo que impuso Europa a Andalucía), ni por supuesto su delegación administrativa, la Junta de Andalucía, van a mover un solo dedo contra los intereses del imperio yanqui-anglo-sionista. Sólo la movilización y el rechazo popular pueden derrotarlo.

Por todo ello creo firmemente que la posición que debemos mantener, quienes nos sentimos andaluces y revolucionarios, ante las elecciones europeas del 9 de junio, no puede ser otra que la abstención activa. Con este gesto, no vamos a acabar con la dependencia de Andalucía, ni vamos a conseguir salir del euro, la OTAN y la Unión, por masiva que sea la abstención, pero sí que debilitaríamos a la institución europea y pondríamos obstáculos a la carrera armamentística que han emprendido. Por el contrario, votando sólo se va a favorecer la consolidación de la Unión Europea y el camino que ya están desarrollando hacia la guerra.

Por Mariano Junco González (miembro Secretariado Permanente de N.A.). Mayo de 2024.