A varios días de la finalización de la huelga por el convenio del Metal en Cádiz (uno de los ocho trozos en los que los Borbones dividieron Andalucía bajo el nombre de “provincias”), ya son 23 trabajadores los que han sido procesados y uno ha entrado en prisión.
La oleada represiva de la burguesía ha sido bautizada como Operación Fuego por la Policía española (cuyos miembros son los únicos legitimados para llevar armas en nuestro país desde hace casi dos siglos) y “todavía sigue abierta”i. Una represión apabullante, en comparación con otras movilizaciones similares, y que muestra que detrás de la huelga del Metal está el empeño de la oligarquía por disciplinar cotidianamente a todo un pueblo con el fin de someterlo al orden colonial español, esté o no justificada su actuación.
Esta doctrina la sintetizó perfectamente un ministro del Interior (entonces se llamaba “de gobernación”) durante el gobierno conservador del general Serrano, en 1874. En los estertores de la I República, el ministro reaccionario Eugenio García Ruiz escribía, a propósito de la revolución cantonal andaluza y la acumulación de la propiedad agraria en manos de terratenientes, lo siguiente:
El primer mal debe curarse con no dar jamás armas al pueblo andaluz ni ponerle en condiciones de que abuse del derecho de reunión; y el segundo, ilustrándole y haciéndole comprender que, no con repartimientos injustos e irrealizables, sino con la desamortización y otras medidas económicas unidas al lapso del tiempo, irá la tierra a sus manosii.
No es casualidad que la revolución cantonal de 1873 tuviera una enorme intensidad en Cádiz, con el alcalde libertario Fermín Salvochea al frente. Y es que la historia no se repite, pero es presa de las circunstancias materiales en las que los seres humanos viven y se escribe con su sangre. Alguien dijo “donde hay opresión siempre habrá resistencia”iii y, efectivamente, en Andalucía se han articulado desde hace siglos infinitas formas de resistencia.
Más de 150 años después podemos decir que los consejos que el ministro García Ruiz daba para remediar los “males” que sufría el Pueblo Trabajador Andaluz han sido cumplidos en esta huelga al al dedillo por el Estado español y sus fuerzas de seguridad, sus jueces y, evidentemente, los partidos políticos que trabajan poniendo paños calientes al sistema y evitando que las masas desborden el cauce constitucional español impuesto.
La Operación Fuego y sus 23 trabajadores detenidos, las fianzas de hasta 40.000 €, el compañero preso… vienen a hacer cumplir la primera máxima de la recomendación de García Ruiz: evitar que el pueblo “abuse del derecho de reunión”. La actitud del sindicalismo del Régimen UGT y CC.OO., que firmaron desde el primer día los preacuerdos que la patronal les puso por delante, rechazados por los trabajadores y trabajadoras del metal, se ajusta a la segunda: “haciéndole comprender que, no con repartimientos injustos e irrealizables, sino con la desamortización y otras medidas económicas unidas al lapso del tiempo”.
El paso del tiempo y la esperanza en los gobiernos burgueses españoles, de uno u otro signo, es la estrategia de UGT y CC.OO. Una estrategia que cuenta con la presión que para los trabajadores supone el 21,5% de paro en las comarcas gaditanas (aún más alto que el 16,1% de desempleo andaluz), que casi dobla la tasa de desempleo en el estado español 11,4%, o el hecho de que el salario medio en Andalucía sea casi 250 euros inferior que el del Estado españoliv.
Estas circunstancias, precisamente, son las responsables de que se haya desatado la huelga del Metal y, sobre todo, la Operación Fuego, que va a castigar a miles de obreros del metal que han osado oponerse a los apaños de UGT y CC.OO. con la patronal. Los huelguistas han violentado la doctrina colonial española con la que se gobierna Andalucía: con las armas de sus brazos, han hecho suyo el derecho a reunirse y manifestarse y no han esperado a nada ni a nadie para organizarse y parar los tajos por un convenio menos explotador (no diremos más justo, porque no puede haber relación justa entre obrero y patrón; solo la socialización de los medios de producción puede generar un sistema justo) que el que pretendía imponer la patronal.
Estos días el ministro García Ruiz se ha retorcido en su tumba, y con él todos sus herederos, que ocupan hoy las comisarías y los juzgados de Cádiz y ahora claman venganza llamando a su operación represiva fuego y redoblando sus esfuerzos por ahogar la lucha obrera.
Por ahora, hay que apoyar al proletariado del metal gaditano aportando lo que se pueda a la caja de resistencia porque, cuanto mayor sea la opresión contra el Pueblo Andaluz mayor será también su resistencia. Que a nadie le quepa ninguna duda.

Por Carlos Ríos.
Granada, 11 de julio de 2025.
Notas:
ihttps://www.diariodecadiz.es/diario_del_carnaval/recaudan-2800-euros-actuaciones-carnaval-trabajadores-metal-cadiz_0_2004343537.html.
iiAzcona, J.M. (1935). Clara-Rosa, masón y vizcaíno. Espasa-Calpe: Madrid, p. 201.
iiiCita atribuída a Frantz Fanon.
iv“El salario medio andaluz fue 250 € más bajo que el del Estado español en 2024” https://laotraandalucia.org/el-salario-medio-andaluz-fue-250-e-mas-bajo-que-el-del-estado-espanol-en-2024/



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